miércoles, 29 de octubre de 2008

No me mientás

En la calle se puede ver una publicidad de un programa que va a empezar, Los exitosos Pells. El subtítulo dice: 'la realidad no es lo que parece'
y doy fe. Una vez fui a Easy a comprar un caño, un cañito para colgar la cortina, un cañito de mierda o de metal.
Tras horas de circular por las instalaciones encuentro la góndola correspondiente (me habían mandado a todas las góndolas según el entendimiento de cada uno de los allí presentes), veo que los susodichos medían un poco más de lo que yo necesitaba. Ya cansada, con calor, hambre y sed, diviso a lo lejos una remera naranja que se acercaba. Era un vendedor, un repositor, o algo, lo mismo era.
Yo, una chica, promedio pero chica al fin, pregunto:

- disculpame
- si
- He visto que aquí tienen estos caños, que yo necesito. El problema es que es demasiado largo.
- aham...
- Y bueno, me preguntaba donde aquí me lo podría, cortar...
- Mirá, allá (dijo señalando sin mirar y sin demasiado interes) hay una cierrita y un banquito... Cortalo por donde necesites.
Y sin darme lugar a una respuesta, o un pedido, se dio vuelta y se fue.
Mientras se alejaba pude leer en su remera, atrás, "Estoy para ayudarlo"
La realidad no es lo que parece.

martes, 28 de octubre de 2008

De lejos siempre están buenas

Hace poco vi una publicidad por TV en la que aparecía una chica en microtanga caminando hacia la pantalla. En la medida que se va acercando uno se percata de que no es tan así hasta que, face to face, uno exclama: mamadera! Es un bagre, un gargajo de Dios, una ironía del destino, un buche de geronte, una patada en las pelotas, una acción de Leeman Bros, una milanesa de caca, y así. Después se hace un zapping y listo.
El punto es que esto sucede en todos los órdenes de la vida. No tan exagerado, no tan expuesto y alevoso, pero sí, es igual.
Ya sea un laburo, un proyecto, una película, todo termina siendo una cagada, o al menos ni siquiera una centésima parte de lo que esperabas, que es lo mismo.
O te das cuenta de que querías, siempre quisiste, otra cosa.
Y no podés hacer zapping.
(si no me creen, pregunten a cualquier tipo, cualquiera, que haya pasado los 5 años de casado)

domingo, 26 de octubre de 2008

Como dos extraños

Dejé de fumar hace aproximadamente un mes. o más.
Anoche, en una cena, con bastante chupi encima, alguien prendió un cigarrillo. Después de debatirme por un segundo si lo seguía o no, decidí darme un permiso, total si lo dejé una vez, bien puedo dejarlo dos veces.
En ese instante, el cigarrillo se me figuró como capaz de darme una satisfacción infinita, como una pequeña puerta al frenesí, como capaz de darme ilimitado placer. Lo prendí, lo pité, me marié, lo miré entre desilusionada y aliviada, y lo apagué.
Tiempo atrás me reencontré con un antiguo amor, en quien había puesto todas las expectativas, a quien conservaba en las pompas rosadas del formol de la cursilería, detenido en el tiempo, allá, en su pedestal.
Lo miré entre desilusionada y aliviada, y lo apagué.
Al final era cierto nomás, somos los únicos que tropezamos (más de) dos veces con la misma piedra.
(perdón si me ves lagrimear, los recuerdos me han hecho mal).

sábado, 25 de octubre de 2008

Manifestaciones.

El jueves pasado estuve en la Plaza de Mayo, en la manifestación organizada por todos aquellos que estaban en contra de la estatización de las AFJP. La plaza se llenó de ejecutivos, promotoras, mujeres con tacos y maquillajes, hombres de corbatas y algunos con una remera que decía: 'Cristina, estatizame ésta'. Una kermese de ringtones, anteojos de sol, preocupaciones y gente indignada. En eso, por entre la masa circulaban tres floggers, tres adolescentes que nos miraban asombrados y, mientras filmaban con un celular lo que ocurria, comentaban entre ellos con caras de asombro. Claramente estaban en otro planeta.
Ayer estuve en un casamiento, al medio día, un civil. La jueza habló de deberes, derechos y amor. Algunos lloraban, otros papaban moscas, otros se abanicaban. Luego todos tiramos arroz y nos sacamos fotos con los flamantes marido y mujer.
Más tarde, cuando ya estaba llegando a casa, dos mujeres, una en cada acera, se hablaban con señas y se reían, señalando al perro de una de ellas. Este estaba haciendo pis en una pose rarísima: explayado en su parte trasera con las patas como una rana, y las patas delanteras en cuclillas, miraba a su dueña mientras dejaba un charco. Yo tambien me reí. Cuando terminó, se paró y miró a su dueña con cara de 'Vamos? ya empieza bailando por un sueño.'
La semana pasada leí una noticia en un diario que decía que un hombre fue detenido en no sé qué estado de EEUU por flatulencias. El pobre tipo se rajó un pedo y lo metieron en cana.
Ahora mismo estoy escuchando a un bebé que llora como si lo estuvieran amasando, grita como un condenado. Una mujer le grita para que se calle, y un perro les ladra a ambos.
No sólo Dios se manifiesta de maneras extrañas.

Cosas que te pasan si estás vivo IV

He escuchado más de una vez 'Tené cuidado con lo que soñás que se te puede cumplir'
Mi experiencia, para el caso, es la siguiente.
Una noche soñé que estaba con unas amigas en una fiesta, y entre una cosa y otra nos agarramos un pedo violento, violentísimo, un pedo de ginebra, abrasivo, aspero e insoportable. Se puede decir que el sueño se iba tornando pesadilla.
Tanto fue así que cuando sonó el despertador y me dispuse a levantarme tenía resaca.

jueves, 23 de octubre de 2008

Un pan sexual con un pie

Estoy leyendo un libro, uno de cuentos escrito en forma sumamente poética, que relata historias eróticas, brevísimas, en un marco fantasmático. Sus personajes se componen de animales, niñas, bosques, etc. Mas allá del contenido, la narración es exquisita. Una tarde que estaba leyéndolo, un amigo que se fijó en lo que decía, comentó asombrado: 'qué cosas raras que lees vos. Bichos que hablan y se garchan a las personas. ¿qué son, cuentos para zoofílicos?? Como para que después no sueñes.'
Hace poco había carteles por todos lados que decía: no hay ciudad sin poesía.
yo digo: sin poesía no hay nada.

martes, 21 de octubre de 2008

Se viene el estallido

Un día que llovía torrencialmente salí de mi trabajo y me fui a clases. Al salir de clase el agua nos llegaba, en la planta baja, hasta la rodilla. Me tomé el bondi y después otro. Ya a unas 40 cuadras me tuve que bajar a riesgo de no llegar hasta que viniese Papa Noel. En el trayecto se me perdió un zapato, se me cayó un libro a un charco de agua (tratando de encontrar el zapato. Nada es gratis), me afanaron la billetera, a dos cuadras de mi casa pasó un auto y me terminó de empapar, no era invierno, pero tampoco verano y no se decidía, por ende yo andaba con una camisita coqueta blanca, mojada y con un corpino de setentona abajo... finalmente llegué, emocionada vi la puerta y me relajé. Llamo a una amiga y le cuento mis penas y mi mala racha, mi angustiante odisea en un dia apocalíptico. Y me dice: a mi me pasó exactamente lo mismo, igual, con la diferencia de que al llegar a casa me di cuenta de que había dejado la llave en el escritorio de la oficina.
Una amiga, otra, se quiere ir a vivir con su novio y para eso quiere comprarse un departamento. Días atrás estaba yo tomando mate con un amigo e irrumpe esta chica en cuestión, compugida y como si se hubiera tragado un hamster, nos dijo:'' me pasó la pior, no me dan el crédito. No me da el número del recibo de sueldo porque la mitad la cobro en negro, y Juani es independiente... no me va a salir, voy a ser una eterna inquilina'' sacó una carilina y dejó allí su alma trémula (y verde) Mi amigo, allí, después de escucharla inmutable le dijo. No te preocupes, alquilar no es tan malo. Mi mujer y yo sacamos un crédito en el 2000 para comprar una casita. Nada lujoso, tres ambientes, un jardín, nada más. La encontramos, había que hacerle casi nada, estabamos felices. La primer noche Vale se despertó diciendo: che, qué olor a mierda... nos levantamos, miramos y nada. Al día siguiente revisamos y nos dimos cuenta de que abajo de esas maderas que revestían las paredes del livingcomedor estaba todo podrido. Absolutamente podrido, irreversiblemente podrido. Tenemos que tirarla abajo, hacerla practicamente de nuevo pero no tenemos un mango.
Vale y yo estamos viviendo ahora en lo de mamá.
Días atrás alguien del mundo financiero me dijo: no se puede creer (aludiendo a la crisis económica a nivel mundial), voy a tener que irme a vivir abajo de un puente. Nunca he visto algo así, estamos en el horno, de esta no salimos, saraza. En este momento está dando su discurso la presidente desde el Anses, el motivo es de público conocimiento.
Moraleja 1: siempre, SIEMPRE se puede estar peor.
Moraleja 2: La felicidad puede estar donde menos te lo imagines.

lunes, 20 de octubre de 2008

(no) es una pena todo

Yo tenía unos zapatos que me encantaban, todos coloridos, divinos, que me habia comprado una vez, hace mil años, en algún sucucho de Bs As y que fue amor a primera vista.
Los conservé mucho tiempo, los usé, los disfruté, los caminé, los atesoré. Pero llegó un punto, como todo, en que los pobres no daban más. No sólo que habían perdido el brillo, el color y parte de la suela, sino que me hacían mal a las patas, me dolían los talones, se me salían, cuando llovía se me llenaban de agua y terminaba con una ampolla dramática. Pero yo, firme, los seguía usando.
Ya se hizo insostenible, tenía que cambiarlos, tenía que usar otra cosa, no podía seguir con eso porque estaba ya pasandola mal, además de que estaban pasados de moda que sería lo de menos. Ya no tenían nada que ver conmigo más allá del afecto generado por los años y por alguna alegría que me dio en algún momento.
Una persona, hace unos días, lloraba desconsolada porque se sentía invisible, porque mandaba mails, llamaba, mandaba mensajes de textos, señales de humo, todo invocando a alguien y no recibia respuesta, a esa persona que otrora había sido fundamental, con la que, me dijo, había compartido un montón de cosas que no eran moco'e pavo. No podía entender qué pasaba y por eso se sentía mal.
En otro orden de cosas, en otro contexto, una amiga que se mostraba muy desconcertada, me contaba con enojo que hasta hace muy poco cada vez que se angustiaba o se ponía nerviosa, le empezaba a doler una rodilla y tan fuerte era ese dolor que se tenía que ir de donde estaba para hacer reposo y, de esa forma, se iba de la escena. Ese fue históricamente su modus operandi, pero ahora la rodilla no acusa recibo y se encuentra con que tiene que quedarse en el lugar, enfrentando el asunto. 'Devuélvanme el dolor', decía.
La vida tiene esas cosas. Dicen que Dios se manifiesta de maneras extrañas, yo digo que el que se manifiesta de maneras extrañas es uno mismo.
La mayoría de nosotros tiene la molesta costumbre de aferrarse a las cosas, a los momentos, a la gente. Consecuencia cobarde aunque a veces nesesaria. Pero llega un punto que algo empieza a hacer ruido y no queda otra que dejar el trasto y seguir.
Siempre se trata de seguir adelante, por doloroso que resulte.
Los cambios son necesarios. Cambiar de zapatos, conocer a alguien más de quien nutrirse, cambiar de maneras. El crecimiento se acompana de cambios.
Más vale bueno por conocer que malo conocido.

viernes, 17 de octubre de 2008

Es una pena todo

Dos personas conversaban adelante mio en el subte, una le dice a la otra, entre indignada y jocosa:
- Escuchaste ayer?
- No, qué?
- Dos ladrones entraron a una casa, se le llevaron todo al tipo y lo metieron en el auto, el del tipo que estaban robando, y cuando se metieron los chorros, se dieron cuenta de que no sabían manejar ninguno de los dos y volvieron a buscar al pobre tipo para que los llevara él.
- Una locura... así estamos.
No creo, no creo que sea una locura, es algo que siempre pasa.
sin ir mas lejos, alguna vez me han robado el corazón y y no supieron qué hacer con él.

La diferencia es que no tiene reverso, y eso es más triste.
Infinitamente más triste.

Curioso incidente del perro al medio día II

Caminando por la calle escucho que una persona le dice a la otra: 'anoche me llamó el perro.'
No dijo: '"anoche cuando hablé me dijo perro" o "anoche cuando me llamó, el perro estaba..."
No, no, dijo que lo llamó el perro y su amigo lo confirmó cuando le respondió: "a, sí? y qué dice?".
Seguí caminando, miré a mi alrededor, apagué el celular y seguí caminando.
Era lo que me faltaba.
Por favor, no quiero que cambie, no quiero novedades ni incertidumbres, déjenme en la monótona seguridad que así estoy bien.

viernes, 10 de octubre de 2008

la Odisea de Gervasio.

Iba Gervasio el pajarito muy contento volando. De pronto se hizo de noche y él se había alejado mucho del nidito. empezó a hacer frio y se congeló.
Ya tirado en el piso, a punto de espichar, vino una vaca y lo cagó, literalmente más bien, le dejó una torta olorosa y vizcosa, pero caliente, lo cual permitió al pobre pajarito recuperar la temperatutra corporal y no cagar fuego. Una vez que se sintió mejor quizo salir de ahí, pero la bosta se había secado cual nido de hornero y se empezó a asfixiar. Ya habiendo perdido las esperanzas, ya desfalleciendo en su nicho escatológico, escuchó que desde afuera alguien raspaba la carcaza. Sí! no pasó ni un minuto para que viera el sol a través de un agujerito chiquitito que se iba agrandando. Gervasio, sorprendido por su odisea y alegre por estar vivo aun, dice: oh gato (el que raspaba era un gato) enviado de Dios, oh mi nuevo amigo, no sé cómo agradec...
El gato, lógicamente, se lo lastró de una.
Moraleja: No siempre el que te caga es malo, ni el que te da una mano supuestamente salvadora es el bueno.
Además, si vas a salir, no te distraigas, pelotudo.